Llevo 15 años de cura de barrio. Durante estos años, uno de los mayores problemas que he tenido es el almacenaje de enciclopedias. Puede que te suene un poco raro, pero sí, cada vez que alguien cambia de salón hay dos opciones: o bien llevar la enciclopedia a la parroquia “por si alguien la pudiera aprovechar. Es que nos da mucha pena tirarla”; o bien dejarla al lado del contenedor de papel.

Mirando hacia atrás, seguro que muchos os sentís identificados, en nuestros salones no podían faltar tres cosas; la tele, el mueble-bar y una gran enciclopedia. Muchas familias hacían un gran desembolso económico por comprar aquellos enormes volúmenes donde se almacenaba el saber. Pero todo cambia y al igual que se cambian los muebles del salón, la forma de acceder al conocimiento también.

¿Internet ha matado a los libros?

Hoy los jóvenes ya no quieren libros, pero no porque no quieran leer, sino porque son inútiles. ¿Para qué si tienen a Google? Desde su teléfono móvil pueden conseguir la información que quieran cuando quieran. Ya no hace falta memorizar ni discutir sobre qué actor protagonizó una película, se lo preguntamos a Google y listo. Tampoco hace falta almacenar conocimientos, ni mucho menos libros, ¡todo está en la nube! Los adolescentes ya no usan pen-drive, ni guardan las películas en discos duros ni la música en CD, estamos ante una juventud post-materialista y sobre-informada.

Los que estudiamos en el siglo XX lo teníamos todo en una enciclopedia, la que estaba en el salón. Hoy en 15 minutos se producen más textos en la red que todo lo escrito durante el siglo XVIII. ¿Qué sentido tienen los libros de textos? Es una pregunta que me llevo haciendo desde hace un par de años. Lo que necesitamos con urgencia hoy es enseñar a los jóvenes a comprender, manejar la información, a sintetizar, crear, a recrear, a concretar… Porque todo está en Google y Google está en todos los sitios. Tanto es así que ha aparecido un nuevo término, googlear o guglear. Se trata de un híbrido formado a partir de Google y la terminación española “-ear” y ya se está estudiando su inclusión en el diccionario de la RAE (https://www.rae.es/observatorio-de-palabras/googlear).

En el capítulo quinto de la serie británica Years and years, en un Reino Unido no muy lejano, 2028, hay escasez de electricidad y se sufren apagones por lo que internet no funciona bien. Hay una escena en la que un grupo de jóvenes salen de clase con un montón de apuntes y dicen a cámara “esto es papel, así es como se estudiaba antes. ¿Cómo se usa?” y ríen.

Publicado en Boletín Salesiano febrero 2021