greco

 

Artista: Doménikos Theotokópoulos, El Greco

Título: la adoración de los pastores

Fecha: 1613-1614

Medio: óleo sobre lienzo

Ubicación actual: Museo del prado, Madrid.

 En el último episodio de este recorrido en el arte y su relación la palabra de Dios, y ya con las fechas cercanas a la Navidad me sentía obligado a utilizar una estampa navideña. Y qué mejor manera que hacerlo con uno de los pintores a los que más admiro y que en mi opinión, tiene una gran carga espiritual en su obra.

La obra que hoy os traigo, la adoración de los pastores, pintada por Doménikos Theotokópoulos al final de su vida. El Greco, ya reconocido por su particular utilización de los colores y estructura narrativa no tiene la necesidad de guardar los canones de belleza ni de composición propios de la época. Se siente con total libertad para realizar una de sus obras más personales. Tanto es así que él mismo forma parte de la escena, el pastor que se encuentra de rodillas en primer plano en actitud de adoración y veneración es el mismo pintor, es un autorretrato dentro de una escena religiosa.

Para comprender un poco más la importancia de esta obra en la vida de el Greco hay mencionar que fue pintada para un altar de la iglesia de las monjas cistercienses de Santo Domingo el Antiguo de Toledo. El Greco llegó a un acuerdo con estas hermanas dos años antes de su muerte para que se reservara el altar donde se colocaría el cuadro para el enterramiento de la familia Theotocopuli. A su muerte el pintor fue enterrado delante del altar hasta que en el siglo XIX el cuadro fue trasladado al altar mayor.

En la escena podemos comprobar cómo el foco de luz surge del niño Jesús, más pequeño en su representación de lo que estamos acostumbrados. La iluminación, por tanto, no es natural, es el mismo niño el que ilumina al mundo en tinieblas. Esta luz cambia la realidad, la textura de las piedras, la percepción de los cuerpos y los ropajes, crea una realidad más divinizada. Alrededor de esta luz, María, José, la corte celestial, hombres y animales, es decir toda la creación se rinde en adoración. Cada uno de los personajes tiene una actitud diferente, María con el gesto de sus manos expresa la acogida, José la sorpresa y admiración, el Greco, vestido de pastor, la oración, el pastor verde la adoración y el pastor amarillo la interioridad. Un ejercicio muy bonito de contemplación de esta obra es transportarnos a la escena y elegir uno de los personajes y su actitud ante el misterio de la encarnación.

Como vemos la intención de el Greco es transformar la escena en un evento. Toda la obra está concebida en torno al concepto Cristo-Luz, que da luz y color a los que le adoran, de ahí los ropajes con ese colorido tan vivo, el rojo, el verde, el amarillo, el naranja, son colores poco convencionales para un pastor y una mujer humilde, pero a la luz del salvador se muestran llenos de vida y contraste.

En la palabra de Dios

El ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.» Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.» (Lc 2, 10-14)

  • ¿Hacemos realmente de Jesús, su mensaje, su evangelio y forma de vida el centro de las nuestras?
  • Los pastores recibieron el anuncio del comienzo y supieron ver la grandeza y la divinidad en un pequeño pesebre. A nosotros sin embargo se nos ha revelado el misterio de la redención al completo ¿somos capaces de dejarnos asombrar cada vez que acudimos a los sacramentos? ¿Realmente la presencia de Cristo en nuestras vida transforma nuestra realidad como la luz del pequeño transforma los ropajes de los pastores en el cuadro?

publicado en misión joven en diciembre de 2013

 

Una respuesta a «palabra de dios y arte, la adoración de los pastores»

  1. Tu comentario me ha parecido excelente: parte en todo momento de la obra artística para explorar vías de significado bien argumentadas, sin afirmaciones gratuitas y con un lenguaje alejado de toda pedantería o erudición frecuente en críticas artísticas.
    Las preguntas y la iluminación cristiana, excelentes también.
    ¡Enhorabuena!
    Feliz Navidad.
    Josep Lluís

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