Nos encontramos al final del camino, casi llegando ya. Ambos ancianos, débiles, gastados, con poco que ofrecer por lo mucho que habíamos dado ya. Pero nos encontramos y hemos descubierto en el otro el mejor de los compañeros para este tramo definitivo.
Muchos dicen que lo nuestro no es amor… y les comprendo. Es tan fácil opinar de todo cuando uno se siente fuerte, con ganas, con todo por delante… No voy a ser yo quién les discuta. Sólo sé que me levanto feliz a su lado, contento de poder hacerle la vida más luminosa, de acompañar con mi flaqueza, la suya, de planear llegar al paraíso de la mano de alguien.
Tengo que reconocer que me gusta tu blog! Buenas fotos y buenos comentarios! Interesantes, con mucho campo para pensar y rezar. Buen trabajo 🙂
gracias, esa es la intención, pensar y rezar. un saludo