A estas alturas de 2020 es muy difícil que no hayas oído hablar de TikTok, la aplicación de moda, bien por lo que ha salido en las noticias, bien porque es la aplicación más usada por los adolescentes este año. Durante los días del estado de alarma ha sido la aplicación más usada, una explosión de actividad para jóvenes y adolescentes, y para algunos no tan jóvenes. Por si acaso, te cuento. TikTok es una aplicación para el móvil que permite crear, editar y subir videoselfies –vídeo en los que sale uno mismo– musicales de 1 minuto. Tiene la opción de añadir efectos, filtros y llamativos efectos especiales de realidad aumentada que la hacen muy atractiva para el público joven. El modo de uso es extremadamente sencillo y esta es una de sus peculiaridades, que se pueden obtener resultados espectaculares con muy poco esfuerzo. Esta red social es como una especie de Instagram dedicada a pequeños vídeos musicales, aunque también se utiliza para hacer todo tipo de composiciones, memes y bromas.

A los que usan esta aplicación se les denomina Tiktokers y así es como aparece una nueva palabra en el vocabulario adolescente. Ser un TikToker es contar tu vida de un modo rápido, dinámico, con mucho ruido, mucha música y sin esfuerzo. Ser TikToker es conseguir seguidores lo más rápido posible haciendo las cosas más disparatadas posibles delante de una cámara de la manera más sencilla. Ser TikToker es, en definitiva, el estilo de vida adolescente de hoy, algo rápido y efímero.

Además, TikTok es tremendamente adictivo. Una vez que empiezas no puedes parar. La dinámica para ver los vídeos de TikTok es la misma que la de las fotos en Instagram, con una diferencia: en TikTok hay sonido. Esto es un gran salto, porque el silencio no llama la atención, el ruido sí. No es lo mismo 2 minutos de pasar fotos que 2 minutos viendo vídeos, los últimos pasan más rápido y música llama a música, movimiento llama a movimiento, por lo que un vídeo llama a otro. No hay límite, es estar viendo la tele a toda velocidad, sin tiempo para pensar, alimentando una ociosidad insana, porque, en el fondo, los vídeos de TikTok apenas aportan contenido.

Hace unos años, pensé que, con la llegada de Instagram, el mundo de lo efímero había tocado techo. Hoy me doy cuenta que no, que estamos en constante evolución en el mundo digital. TikTok ha dado una vuelta más de tuerca a este mundo ¿Qué será lo siguiente? ¿Qué nueva palabra deberemos aprender en un par de meses?

@jotallorente, sdb

Publicado en Boletín Salesiano en octubre 2020